On the isle of exile, thunder spoke,
A vision of fire through heaven broke.
Seven golden lamps, the Lion’s cry,
The Alpha, Omega, no one can deny.
Trumpets roar, the oceans flame,
Angels fall, stars lose their name.
The Lamb alone breaks every fear,
Opens the seals—the end draws near.
The Seventh Seal has now been torn!
The riders gallop, the moon is worn.
Beasts from the pit, dragons arise,
But the King will win the final prize.
The Lamb shall reign forevermore!
The harlot falls in crimson flame,
The wicked city wears her shame.
The sealed ones stand, their faith intact,
Though the Beast attacks—they won't turn back.
A thousand years, the chains are cast,
Death and Hell judged at last.
The white throne burns with justice bright,
The book of life reveals the light.
The Seventh Seal has now been torn!
The riders gallop, the moon is worn.
Beasts from the pit, dragons arise,
But the King will win the final prize.
The Lamb shall reign forevermore!
New Jerusalem comes shining down,
No more sorrow, no more crown
Of thorns or pain—just endless light,
The throne of grace, the end of night.
The Seventh Seal has now been torn!
Eternal victory in the risen Lord!
No more darkness, no more cries,
The Lamb shall reign and never die!
The Lamb shall reign... eternally!
En la isla del exilio habló el trueno,
una visión de fuego rompió los cielos.
Siete lámparas de oro, el rugido del León,
el Alfa y la Omega, que nadie puede negar.
Truenos rugen, los océanos arden,
ángeles caen, las estrellas pierden su nombre.
El Cordero solo rompe todo temor,
abre los sellos: el fin se acerca.
¡El séptimo sello ha sido roto!
Los jinetes cabalgan, la luna se desgasta.
Bestias del abismo, dragones se alzan,
pero el Rey ganará el premio final.
¡El Cordero reinará por siempre!
La ramera cae en llama carmesí,
la ciudad malvada lleva su vergüenza.
Los sellados permanecen firmes en su fe,
aunque la Bestia ataque, no retrocederán.
Mil años, las cadenas son lanzadas,
la muerte y el infierno juzgados al fin.
El trono blanco arde con justicia brillante,
el libro de la vida revela la luz.
¡El séptimo sello ha sido roto!
Los jinetes cabalgan, la luna se desgasta.
Bestias del abismo, dragones se alzan,
pero el Rey ganará el premio final.
¡El Cordero reinará por siempre!
La Nueva Jerusalén desciende resplandeciente,
no más dolor, no más corona
de espinas ni sufrimiento —solo luz eterna,
el trono de gracia, el fin de la noche.
¡El séptimo sello ha sido roto!
¡Victoria eterna en el Señor resucitado!
No más oscuridad, no más llanto,
¡el Cordero reinará y nunca morirá!
¡El Cordero reinará... eternamente!
La letra está inspirada en el Libro del Apocalipsis y describe, con tono épico, la visión de Juan en Patmos.
El tema central es la victoria final de Jesucristo, el Cordero de Dios, sobre el mal, los reinos del mundo y las fuerzas demoníacas representadas por bestias y dragones.
Los símbolos —los sellos, los jinetes, la gran ramera, el trono blanco y la Nueva Jerusalén— expresan el cumplimiento del juicio y la restauración final de todas las cosas.
El mensaje culmina con esperanza: el triunfo eterno del Cordero, el fin del sufrimiento y el inicio de la luz perpetua bajo Su reinado.