Es una canción que confronta la apariencia de vida espiritual sin verdadera comunión con Dios. Inspirada en el mensaje a la iglesia de Sardis, denuncia una fe superficial, llena de obras vacías y brillo externo, pero carente de fuego interior.
Con un tono urgente y redentor, llama al creyente a despertar del letargo espiritual, a fortalecer lo poco que queda vivo y a regresar a la autenticidad del Evangelio.
Una advertencia solemne y una esperanza viva: a quienes perseveren, sus nombres no serán borrados del Libro de la Vida.
You have a name — alive...
but you’re dead inside.
Plastic faith, painted glow,
works that breathe but never grow.
I’ve seen your deeds, your hollow fame —
wake up before it’s all in vain!
Wake up, sleeper! Strengthen the few!
The faithful sparks still shine through you!
If you endure, your name will stay,
in the Book of Life, the light won’t fade!
He comes like a thief — unseen, unheard...
keep your flame alive in the Word.
Tienes un nombre — vivo…
pero estás muerto por dentro.
Fe de plástico, brillo pintado,
obras que respiran pero nunca crecen.
He visto tus hechos, tu fama vacía —
¡despierta antes de que todo sea en vano!
¡Despierta, durmiente! ¡Fortalece a los pocos!
¡Las chispas fieles aún brillan a través de ti!
Si perseveras, tu nombre permanecerá,
en el Libro de la Vida, la luz no se apagará.
Él viene como ladrón — invisible, inaudible…
mantén tu llama viva en la Palabra.
Teológicamente, el texto advierte contra la fe superficial y las obras sin fruto, recordando que la salvación y la vida espiritual auténtica se reflejan en la perseverancia y fidelidad al Señor (Mateo 7:21-23, Apocalipsis 3:1-3). La “llama viva en la Palabra” simboliza la presencia activa del Espíritu Santo y la importancia de mantenerse conectado a Cristo y Su enseñanza.
Emocionalmente, es un llamado urgente a la conciencia y al despertar espiritual, mezclando alarma y esperanza. La imagen de Cristo viniendo “como ladrón” añade un sentido de urgencia y sorpresa, mientras que la promesa de que el nombre permanecerá en el Libro de la Vida inspira confianza y motivación para perseverar en la fe verdadera.