“Do Not Fear” es una declaración de fe en medio del caos. La canción recorre momentos bíblicos donde Dios habló en el desierto, en la tormenta y en el fuego, recordando que Su presencia nunca se apaga. Desde Agar hasta la resurrección de Cristo, el mensaje es el mismo: no temas, porque el Señor sigue cerca, sosteniendo, liberando y venciendo el miedo con Su amor eterno.
Shadows in the desert…
Voices in the storm…
But He’s still speaking…
Alone in the sand, thirst in her veins,
Hagar believed all was left in chains.
But He declared: “I see, I remain”,
In broken pieces, His love sustains.
Waves start rising, winds strike hard,
Peter sank deep, but He reached with arms.
Walking on the water, breaking what’s bound,
His will is thunder, chains hit the ground.
Abraham trembling, the knife in his hand,
Jacob saw angels across the land.
The voice that thundered in ages past,
Still whispers now, eternal, steadfast.
Do not fear, the Lord is near,
Fire and shadow bow to the King.
Do not fear, He carries you,
Hope shines brighter than anything.
Daniel surrounded, lions prepared,
Teeth in the dark, but He was there.
Son of Man standing in furnace flame,
Glory alive, fear lost its claim.
Mary heard: “The King has come”,
Shepherds ran while angels sung.
The tomb broke open, the stone rolled away,
Death was defeated that holy day.
Prophets burned, martyrs fell,
But their faith still speaks, it’s living, it dwells.
The echo returns through every year:
Perfect love drives out all fear.
Do not fear, the Lord is near,
Fire and shadow bow to the King.
Do not fear, He carries you,
Hope shines brighter than anything.
The night screams lies straight to your soul,
The world shakes, breaks, can’t stay whole.
But the King of Glory wears no borrowed crown,
His Kingdom eternal will never fall down.
Do not fear…
Do not fear…
Do not fear…
Do not fear, the Lord is near,
Fire and shadow bow to the King.
Do not fear, He carries you,
Our hope eternal will always sing.
Do not fear…
Do not fear…
Christ is with you… always.
Sombras en el desierto…
Voces en la tormenta…
Pero Él sigue hablando…
Sola en la arena, sed en sus venas,
Hagar creyó que todo quedó encadenado.
Pero Él declaró: “Te veo, permanezco”,
En pedazos rotos, Su amor sostiene.
Las olas comienzan a subir, los vientos golpean fuerte,
Pedro se hundió, pero Él lo alcanzó con sus brazos.
Caminando sobre el agua, rompiendo lo que está atado,
Su voluntad es trueno, las cadenas caen al suelo.
Abraham temblando, el cuchillo en su mano,
Jacob vio ángeles a través de la tierra.
La voz que tronó en edades pasadas,
Todavía susurra ahora, eterna y firme.
No temas, el Señor está cerca,
Fuego y sombra se inclinan ante el Rey.
No temas, Él te lleva,
La esperanza brilla más que cualquier cosa.
Daniel rodeado, los leones preparados,
Dientes en la oscuridad, pero Él estaba allí.
El Hijo del Hombre de pie en la llama del horno,
Gloria viva, el miedo perdió su reclamo.
María escuchó: “El Rey ha venido”,
Los pastores corrieron mientras los ángeles cantaban.
La tumba se abrió, la piedra fue removida,
La muerte fue derrotada aquel santo día.
Profetas ardieron, mártires cayeron,
Pero su fe aún habla, está viva, habita.
El eco regresa a través de cada año:
El amor perfecto expulsa todo miedo.
No temas, el Señor está cerca,
Fuego y sombra se inclinan ante el Rey.
No temas, Él te lleva,
La esperanza brilla más que cualquier cosa.
La noche grita mentiras directo a tu alma,
El mundo tiembla, se rompe, no puede permanecer entero.
Pero el Rey de la Gloria no usa corona prestada,
Su Reino eterno nunca caerá.
No temas…
No temas…
No temas…
No temas, el Señor está cerca,
Fuego y sombra se inclinan ante el Rey.
No temas, Él te lleva,
Nuestra esperanza eterna siempre cantará.
No temas…
No temas…
Cristo está contigo… siempre.
Esta canción es un poderoso recordatorio de la presencia constante de Dios a lo largo de la historia, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento. Cada referencia bíblica (Hagar, Pedro, Abraham, Daniel, María) ilustra cómo Dios actúa en medio del miedo, la adversidad y lo imposible, mostrando que Su amor es sostén en la debilidad y liberador de cadenas.
Teológicamente, enfatiza la soberanía de Cristo y su Reino eterno, destacando que Su poder no depende de la fuerza humana sino de Su gracia. Emocionalmente, la canción transmite seguridad y esperanza: aunque la vida esté llena de pruebas y oscuridad, Dios está cerca, camina con nosotros y vence el miedo, invitando a confiar y descansar en Su fidelidad.