Es un estallido interior, un clamor imposible de silenciar.
Inspirada en la pasión profética que quema desde dentro, la canción retrata la lucha entre el impulso de callar y el fuego divino que exige ser proclamado.
Cada verso vibra con el peso de una verdad que arde en el alma: la Palabra de Dios no se apaga, aun cuando todo alrededor intenta sofocarla.
Este himno encarna el llamado a mantenerse firme en medio de la oscuridad, dejando que el Espíritu prenda el corazón hasta convertirlo en luz.
It burns! It burns inside!
Tried to hide the flame within
But it breaks the walls of skin
Words like thunder, fire in veins
Can’t stay silent, truth remains
The message burns, I can’t contain
The holy spark becomes a chain
Fire in my bones!
Your Word consumes my soul!
I tried to run, but You ignite
The darkness flees, I stand to fight!
Burn, burn, holy flame!
No fear, no shame!
Prophets fall, but I still rise
Your voice within, it never dies
The world denies, but I obey
Fire in my bones will light the way
Fire in my bones!
Your Word consumes my soul!
I tried to run, but You ignite
Now I’m alive inside the fight!
¡Arde! ¡Arde dentro de mí!
Intenté ocultar la llama interior,
pero rompe los muros de mi piel.
Palabras como truenos, fuego en mis venas,
no puedo callar, la verdad permanece.
El mensaje arde, no lo puedo contener,
la chispa santa se vuelve mi cadena.
¡Fuego en mis huesos!
¡Tu Palabra consume mi alma!
Intenté huir, pero Tú enciendes,
la oscuridad huye, me pongo en pie para luchar.
¡Arde, arde, llama santa!
¡Sin miedo, sin vergüenza!
Los profetas caen, pero yo me levanto,
Tu voz dentro de mí nunca muere.
El mundo niega, pero yo obedezco,
el fuego en mis huesos alumbrará el camino.
¡Fuego en mis huesos!
¡Tu Palabra consume mi alma!
Intenté huir, pero Tú enciendes,
¡ahora estoy vivo dentro de la batalla!
Este texto se inspira directamente en Jeremías 20:9, donde el profeta exclama: “Había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.” Es la expresión del impulso divino irresistible del Espíritu Santo cuando la Palabra de Dios arde dentro del creyente. Representa la pasión profética que no puede ser silenciada, incluso ante persecución o cansancio.
Teológicamente, muestra cómo la Palabra de Dios no solo informa, sino transforma, encendiendo una llama interior que empuja al creyente a proclamar la verdad, cueste lo que cueste. La frase “fire in my bones” simboliza la acción viva del Espíritu en el interior, una fuerza que purifica, impulsa y sostiene.
Emocionalmente, es una declaración de renovación y valentía espiritual. Transmite el despertar de una fe ardiente, que no teme a la oposición ni a la incomodidad. La canción grita desde lo más profundo del alma: “¡No puedo callar lo que Dios ha encendido!” Es un himno de entrega total, lucha santa y resurrección interior.